Diré como los antiguos: “Ora, lege, lege, lege, relege, labora et invenies” (Ora, lee, lee, lee, relee, trabaja y encontrarás). La identidad de la conciencia centralizada, afirmada por el ego, se derrite y evapora cuando las cualidades evidentes de lo Divino, como atributos múltiples, se presentan en lo íntimo de Ser, y la multiplicidad de los atributos de lo cotidiano desaparece.
La inspiración, el discernimiento y la búsqueda de nuevas perspectivas de investigación, son agregados que se logran al mirar desde la multiplicidad de expresiones en la conciencia, que se abren como niveles diversos. Muchos piensan que la meditación es la alternativa más segura, incluso algunos la ven como la única. La diversidad de expresiones para pararse frente a la realidad no significa cerrar una puerta para tener sólo percepciones de cierta clase. Son múltiples umbrales de comprensión que se abren antes de comprender totalmente desde Sí mismo.
Es el ego el que intenta administrar las situaciones que requieren funcionar en la vida cotidiana, sin embargo, en forma constante esto nos mantiene entre las dos orillas del río de la vida: por un lado buscando el placer y por otro lado alejándonos del sufrimiento.
El hacer construye ego, cuando no hay acción, no existe, no está ahí y aparece la comprensión. Antes que aparezcan las ideas y los conceptos, Yo Soy, luego digo “Soy”. Antes de decirlo estoy en observación sin juicio, ni palabra, ni pensamiento, Soy. Luego sobreviene todo el cúmulo de ideas y procesos mentales ya señalados. Ocurre al centralizarse la conciencia en el cuerpo.
R.Malak
Día a Día con R.Malak 2016 – 4 de enero