Eres Sí mismo, puro e infinito, absoluto, sin tiempo, pura comprensión. Ignorarlo produce sufrimiento. Atrapado por la voz que resuena en ti, asumes que eres eso que no para de girar, que no deja de hablar, y lo hace de modo inconsciente, como producto de estructuras y programas recogidos. Al identificarte con la corriente de pensamientos permaneces en conflicto. El giro de pensamientos se detiene cuando eres consciente de los pensamientos que giran constantemente.

La principal función de la mente es construir Ego, por tanto, no es posible pretender que la misma mente que construyó el ego lo elimine; lo intentará, pero nunca lo llevará a cabo, a lo más, lo enmascarará de un modo distinto. Lo único adecuado para comprender ese proceso es sumergir el Ego en Sí mismo.

Los pensamientos y las emociones cambian en cada momento, ya sean días, semanas o años. Lo que siento o lo que pienso aparece en mí. La mayoría supone que estamos dentro del cuerpo como conciencia y que la conciencia es una función que surge del cerebro, un órgano del cuerpo, toda una mirada  que produce confusión y sufrimiento. Aceptar sin preocupaciones las circunstancias que vayan apareciendo nos libera de la estructura condicionante, nos libera de la ilusión que produce el modo equivocado de vivir como ente limitado y finito, separado y distinto de otros seres que poseen su propia identidad individual. La tendencia a estructurar las sensaciones, las emociones y los estados de ánimo, ignorando que todo cambia como las nubes en el cielo, hace que lo que ahora nos parece adecuado, luego se transforme en conflicto.

Eliminar la ilusión recibe distintos nombres según la ubicación geográfica o corriente espiritual que se observe, unos le llaman unirse a Dios, otros le dicen salvación, iluminación, Satori, realización o liberación. Lo que es tan simple y natural es envuelto en un velo de misterio, cuando basta observar sin juicio mientras la mente se ha cobijado en Sí mismo. R.Malak

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